Muchas veces nos preguntamos si es sano o no contemplar ciertos temas con
los niños. No es ningún secreto que siempre tratamos de salvaguardar la
inocencia de ellos, dejando de lado los riesgos que esto puede implicar. Si
bien es cierto que vivimos y nos desenvolvemos en una sociedad llena de tabúes,
también es clave sopesar en manos de quien dejamos la información que queremos
que llegue a nuestros hijos. Por eso este post los hemos creado con la
finalidad de dejar ciertos temores de lado y no esperar a contestar con cierto
recelo y titubeando el día que los más pequeños de casa nos pregunten: Y
entonces, ¿cómo es que se hacen los bebés?
La información sexual puede ser muy explícita pero al fin y al cabo
necesaria, y si lo que queremos es ser honestos pero no frontales a la hora de
contestar ciertas inquietudes en los más chicos de casa, hay ciertas
consideraciones que debemos tener en cuenta para evitar caras sorprendidas y nuevas incógnitas, pero sin embargo, aclarar de manera sencilla las
interrogantes de nuestros niños. La información
sexual a impartir en casa puede dividirse según la edad y las cosas que preguntan
nuestros hijos, aquí una muestra de as más comunes:
- Infantes preescolares de 0 a 2 años: En esta edad se debe ayudar y enseñar a nombrar todas las partes del cuerpo, utilizando los nombres correctos, por ejemplo: pene y vulva. Recuerde que en esta etapa ellos están aprendiendo y absorbiendo la información sobre lo que es ser hombre o mujer. Aquí los niños, procesan los datos necesarios para asumir los roles de hembras y varones y así mismo, los papeles de hombres y mujeres que tendrán en sus vidas.
- Niños preescolares de 3 a 4 años de edad: A esta edad se presentan las incógnitas sobre su cuerpo y de por qué niños y niñas tienen genitales diferentes. Aquí, los adultos deben crear un ambiente en el que ellos se sientan cómodos y libres para hacer sus preguntas y obtener las respuestas sobre sus cuerpos, salud y sexualidad.
- Niños de 5 a 8 años de edad: en esta etapa los niños pueden comprender asuntos más complejos y se sienten más interesados en aprender cosas de la vida. Seguramente, tendrán preguntas y temores sobre la sexualidad y están listos para escuchar lo que usted piensa y siente al respecto. Es una buena ocasión para contarles como una mujer queda embarazada, como crece un feto dentro del cuerpo de una mujer y por qué los hombres no pueden quedar embarazados. Hágalo de una manera sencilla pero correcta de manera que ellos puedan comprender y resolver sus inquietudes.
- Preadolescentes, 9 a 12 años: estos se preocupan más por su apariencia y lo que es “normal”. Conviértase en su mejor amigo, aliéntelos a que les cuenten sus preocupaciones sin invadirlos ni atacarlos. Háblales sobre el embarazo precoz y la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Explique de manera normal las consecuencias de las relaciones sexuales y que las mismas son para gente adulta y no para jóvenes. Ellos necesitan saber cómo ocurren las infecciones genitales y como se usan los condones y otros métodos de protección.
Si lo notaron, no
tienen que hablarles de sexo a sus hijos de manera técnica ni con muchos rodeos,
hacerlo de una manera precisa, correcta y sencilla, hará que ellos confíen sus
temores y preocupaciones al respecto de una manera sana y así no crecer con
desinformación o con información errónea
que venga de fuentes que no sean las más indicadas. Como adultos debemos tomar
la responsabilidad de la sexualidad de nuestros hijos con seriedad y respeto
para que ellos se desarrollen con los roles correspondientes dentro de la
sociedad. Recuerden, ser sus mejores amigos siempre es la clave.
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